"LO QUE LE DEBEMOS A CHAVEZ"

LO QUE LE DEBEMOS A CHAVEZ…..

Antes de aquel juramento en el Saman de Guere con un grupo de soldados el año de 1982, Chávez era un joven cargado de sueños, que a diferencia del resto de los mortales como yo, albergaba en su espíritu la llama de la libertad y la independencia, quizás por haber sido militar y vivido de cerca la verdadera realidad venezolana o porque debajo de aquel eterno árbol, la figura de Bolívar obligaba.

Antes de Hugo, reconozco no haberme interesado por la política, y participaba en las elecciones presidenciales por mera tradición familiar de adecos y copeyanos, y los candidatos en cada quinquenio, me parecían buena gente. Es asi, como en mis recuerdos en su primer periodo, Carlos Andrés Pérez, despertaba la euforia colectiva al vestirse de blanco y saltar los charcos en tiempos de lluvia, con una velocidad inusitada y sus muecas cantinflescas al dirigirse a la nación, hacían llorar a las viejitas de emoción. Rafael Caldera, no se le entendía nada, pero según sus admiradores, hablaba varios idiomas y con una vocecita suave y melodiosa se disparaba largos discursos que nunca me interesaron. El expresidente Lusinchi cautivaba con su sonrisa angelical, mientras hacía de La Casona, un antro de perdición con barragana y toda la cosa, pero a nadie le importaba, siempre y cuando las condecoraciones y ascensos en los cuarteles no se perdieran en las programadas orgías.Luis Herrera Campins, era el presidente de los refranes, para cada situación política, social, nacional e internacional, se disparaba un dicho popular, que dejaba fuera de foco a mas de un entrevistador……El común denominador de aquellos políticos de ayer, era que a nadie le interesaba el país y su destrucción, mientras mirábamos la televisan financiada por las transnacionales como la Creole Petroleum Corporation , la Shell o la Broadcasting radio.

El sacudon del 4 de Febrero del 1992, nos abrió los ojos de repente, y tras esa insurrección infinita, aprendimos a mirar la historia de otra manera, a través de los aguiluchos ojos de aquel teniente Coronel que hacía muy poco tiempo, dejaba de ser Tribilin, para convertirse en un líder conductor de este proceso revolucionario.
Con esa particular forma de remover la historia patria, llevándola hasta sus cimientos, desglosándola como un abanico de luces y mostrando sus crudas realidades, sus momentos gloriosos, de hombres y mujeres soñadoras, de héroes y desconocidos sembrados en la historia pasada, para darle paso al presente, el mismo con una independencia inconclusa, el mismo que nos reclama Bolívar, el mismo que arenga Hugo Chávez en cada oportunidad.

Lo que debemos al Comandante, es haber retomado la lucha, haber aprendido de las innumerables dificultades, tanto de la canalla oligarca y sus amos, como las dificultades propias de la naturaleza. Este es el año de la Campaña Admirable, de la batalla Admirable para la consolidación de la Asamblea Nacional, hagamos lo que tengamos que hacer para retribuir algo de lo aprendido.