Normalmente mis escritos son sobre política pero hoy
cambiaré mi mensaje al ver tanto joven muriendo, porque estando en un trágico
momento de mi vida con un hermano hospitalizado y entubado, aferrado a la vida
y con todas las oraciones dedicadas a su recuperación, pidiéndole al Señor,
Dios padre, le diera una segunda
oportunidad para cambiar y seguirle…..se nos fue a su encuentro sin estar
preparado, por muerte cerebral….. y ahora que?.......fue tan violento, tan
terrible…….Dios lo tenga en su gloria…..
En aquellos angustiosos días para mi familia, vi de
frente la muerte en los hospitales, vi la escandalosa llegada del numero
gigantesco de motorizados atropellados, vi colmada las UCI de huesos rotos,
vísceras afuera y cerebros despedazados a consecuencia de la disparada cifra de
personas que han decidido mutilarse, agonizar y morir, porque los ves en las
esquinas, por los hombrillos, en sentido contrario al tráfico, por las aceras,
con el casco en los codos y toreando los no menos peligrosos vehículos de
cuatro ruedas que solo rozando sus defensas y parachoques de piel y huesos,
quedarían pulverizados en el pavimentado asfalto sin tiempo a veces para rezar
una plegaria.
Si algún joven se digna reflexionar esta humilde
nota, le pediría detenerse y visitar un
hospital aunque sea un día, para corroborar mi angustia sobre lo que sucede día
a día, hora a hora y minuto a minuto con los mal llamados jinetes de hierro.
Los jóvenes de hoy, serán los padres del mañana, y estoy seguro
que nunca le comprarían una moto a sus hijos al ver esta barbarie cotidiana.
Entiendo la adrenalina que fluye desde el cerebro hacia el último nervio del
dedo del pié, yo también fui joven y viví…..pero la cultura de nuestro pueblo
venezolano, lamentablemente, esta plagada de comprar vehículos sin tener
licencia o carta medica, no usar casco y protecciones, violar las leyes de
transito y tratar de impresionar a las carajitas a costa de un carajazo en
mitad del costillar……
Y
termino este breve mensaje como dice el titulo:
“UNA
MOTO: LA CARCEL, EL HOSPITAL O EL CEMENTERIO”