miércoles, 27 de noviembre de 2013

"SE BUSCA "APARTPLACE CON BUENA PRESENCIA"

Esta singular profesión tiende a convertirse en el modus vivendi más demandado entre las marañas y mates de tigritos populares de la cotidianidad zuliana. El “Apartplace” tuvo sus primeros inicios de mercadotecnia en los tenebrosos días del año 2002, donde las kilométricas colas para obtener la gasolina en las estaciones de servicio, obligaban a la población a pernoctar varios días bajo el inclemente sol o la lluvia. La ingeniosidad de los cuida puestos, aparte de vender los lugares para uno, dos, tres, cuatro o mas victimas del desasosiego, aprovechaban para vender y revender agua, hielo, café, alcohol o demás pasapalos, pasahambre y pasaarrecheras.



Hoy, a consecuencia de la guerra económica de la burguesía parasitaria contra el gobierno de Nicolás Maduro y sin importarles un carajo el pueblo trabajador de donde sacan sus usureras ganancias, se ha incorporado a la taza de empleos venezolanos el famoso “Apartplace”o en criollito para exportar, el “apartapuestos”. A veces, se confunde con el “Bachaquero” que también aparta puestos en las colas, pero para revender, acumular o simplemente crear desabastecimiento e inflar así, no solo los precios, sino la impaciencia de las sufridas personas que confluyen en esa vorágine de seres humanos, buscando los precios regulados de los artículos mas codiciados como son, la harina, la azúcar, la leche o la mantequilla.



En el Estado Zulia, el “Apartplace o aparta apuestos” ha cambiado de categoría y ha subido de rango en la sociedad, porque en el desespero de los burgueses por contrarrestar la ofensiva gubernamental para desmantelar la usura y el acaparamiento, colocan a sus empleados ya no en sus locales cuidando sus mercancías, sino comprando los electrodomésticos y alimentos financiados, para revenderlos a precios de dólar negro en sus anaqueles y locales comerciales o bajo el modo popular y en maracucho: “Fiao”.



TIMOTEO 6:9 “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en ruinas y perdición”



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viernes, 15 de noviembre de 2013

EL INMIGRANTE MAL AGRADECIDO VS LA COLICULTURA

Estos dos fenómenos nos estaban ahogando y sumiendo en el desasosiego existencial, tímidamente, durante el mandato del extinto Comandante Chávez para con la excusa de salir del régimen, hacerle la vida de cuadritos al venezolano por osar comulgar con la revolución chavista, y descaradamente ,o con el moño suelto como lo reza el mero léxico criollo, ante el gobierno de Maduro en un afán por acabar ahora si, con la gestión del hijo de Chávez, otra vez en navidad como en el 2002.

En un articulo titulado “Inmigrante malagradecido “en el año 2010 (Google),mencionaba lo siguiente: “No te pido que quieras al gobierno, no te pido que adoptes un chavista, no te pido escuches los Alo Presidente, te asocies a una comuna o te vuelvas socialista, pero te exijo respeto en tus restaurantes, tus cadenas de producción, tu fabricas, tus centros comerciales, sus supermercados, tus almacenes, tus medios de comunicación, en síntesis, en todos los espacios que compartimos y que convivimos, porque difícilmente, encontraras un paraíso como el nuestro, donde tengas garantizada tu existencia, a pesar que sigan vendiendo a Europa y EE.UU. como las maravillas de la democracia, pero tus negocios y fuentes de riqueza, curiosamente se encuentran en Venezuela”. Pero también defendí a los empresarios patriotas o los que habían adoptado la nacionalidad venezolana y les agradecía como todo el país, haber echado sus raíces en nuestro terruño y luchar codo a codo por el progreso de la tierra del alma llanera, de los tepuyes, los médanos, las montañas nevadas, en fin un paraíso terrenal llamado Venezuela.

Pero hoy me pregunto: ¿Qué paso con los asiáticos, italianos, árabes, españoles, portugueses, por nombrar algunas razas mas inmersas en la cotidianidad de la idiosincrasia venezolana, que se han convertido en hambreadores del pueblo y se convierten en la mano armada del oposicionismo nacional e internacional?
Por otro lado, la colicultura adoptada del venezolano, en kilométricas colas, no por hambre o por necesidad sino para especular, desestabilizar, desabastecer o robar al prójimo, al revender los alimentos o la gasolina a precios exorbitantes, contribuyendo al caos cotidiano. Esta triste práctica ya no es la jocosa viveza de un habitante criollo, sino la perversión importada de falsos valores de sociedades hambrientas como Haití o países en guerra y devastados por tifones o maremotos que luchan por sobrevivir ante la muerte inminente. Esa no es Venezuela.

Vivan las medidas de Nicolás maduro!