jueves, 16 de mayo de 2013

"PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE"


En otros tiempos, esta frase utilizada por el Comandante Chávez reflejaba aquel manual del socialismo construido sobre la marcha, sin copia ni calco de otros intentos de revolución y basado en la realidad de un país monoproductor como el venezolano que gritaba libertad desde el año 58 y que buscaba un cambio, traicionado en su fe  por el pacto de la derecha, especialista en mimetizarse entre tonalidades verdeamarela hacia rojo.
El comandante supremo, enfrentó la tragedia de dirigir los destinos de una Venezuela cuyo sistema eléctrico dependía casi totalmente de un rio, sus campesinos habían migrado hacia las grandes ciudades, su mayor entrada dependía exclusivamente del petróleo, sus empresas estratégicas pertenecían a consorcios extranjeros, sus empresarios y medios de comunicación representaban intereses foráneos, y apenas había dinero en la caja chica para pagar sueldos y salarios. Toda una tragedia camarada.

Cumplir a rajatabla aquella consigna, enfrentando golpes de estado y desestabilizaciones a cada paso contracorriente, era de por sí extraordinario, pero dialogar con sectores opositores con la espada de Damocles en ciernes y finalmente una terrible enfermedad, fue la detonante de un desglose necesario de aquella utópica frase, que continúa mutando hoy hacia otros sueños y realidades, bajo la conducción de Nicolás maduro, enfrentado a los mismos demonios de Chávez y que  reclama un golpe de timón hacia nuevos derroteros de bienestar, en tiempos de tempestades. No se trata de claudicar en el rumbo socialista o sucumbir ante las adversidades, pero llegó la hora de dialogar con el mismo crucifijo del comandante supremo como testigo, con los sectores opositores serios del país que apuestan a la convivencia, a la paz y al desarrollo. Los plausibles acercamientos a empresarios y medios de comunicación deben ser deben ser apoyados por todos los revolucionarios que queremos patria, que queremos socialismo y que anhelamos vida y no muerte. Derrotemos de una vez y para siempre a ese grupito de apátridas, que juegan a diario con la tranquilidad de los venezolanos, buscando prender la mecha, que explote la patria y repartirse los pedazos con los halcones del norte o los zamuros de orilla de Latinoamérica y Europa.

Dejemos que ladren tirios y troyanos, la patria es primero muchachos, la patria es primero muchachos……

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