Una
de las angustias del comandante Hugo Chávez en las postrimerías de su vida, fue
la de encontrar el punto de “no retorno” de la revolución bolivariana y
socialista. En los 14 años de su puño y letra de construcción de la patria
nueva, aprovechó magistralmente las vivencias de su propia pobreza de cuna, la falta de
oportunidades del hombre de campo, la búsqueda de nuevos horizontes para
sobrevivir, y el feroz impacto de enfrentarse a las realidades de las dos Venezuelas
facturadas en el norte: La Venezuela de un llanero y la Venezuela burguesa.
Tras su irrupción en un golpe de estado liberador de sueños, ascensión a la
arena política transformadora de conciencias, y posterior conducción del futuro
revolucionario, este forjador de cambios inéditos camino al socialismo del
siglo XXI, preparó y organizó a su pueblo con las armas del amor y la igualdad,
entregándoles un arsenal de misiones para el combate por la vida y el bienestar
común de las clases más desposeídas y en ese mismo esfuerzo el fortalecimiento
de una clase media que había tendido a desaparecer, producto de las viejas
políticas de exclusión, sembradoras de odio entre clases.
La
muerte de un niño con cardiopatía, derivó en el Cardiológico infantil más
grande de Latinoamérica, las lagrimas de los pensionados,en la misión en Amor Mayor,
la ceguera de un compatriota, en la misión Milagro, el hambre y la mortalidad
infantil, en la misión Mercal ,Mercalitos, Pdval, casas de alimentación y los
Barrio Adentro, 1,2,3,4, los Cdi, etc. La falta de vivienda o los ranchos de
ayer, en la misión Vivienda, la falta de empleo, en la misión Saber y Trabajo,
la ignorancia y el analfabetismo, en la misión Robinson, Ribas, Sucre, para los
niños discapacitados o menores sin manutención, la misión Hijos de Venezuela,
para las personas en situación de calle o desamparadas, la misión Negra Hipólita
y así infinidad de misiones pensadas y dirigidas a solventar carencias
puntuales y en colectivo, de un pueblo que demandaba ser tomados en cuenta, los
invisibles de siempre.
Mi
comandante no pensó jamás, que su incógnita sería respondida sobre la triste
realidad de su propia muerte…..Chávez tu representas el punto de “no retorno”
de la revolución.
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